El carrito está vacío Encontrar tu vocación y vivir de ella es, sin lugar a dudas, una de las mayores claves de bienestar y felicidad en la historia de la humanidad.
Poder sentirte útil, tener una conexión especial con lo que haces, disfrutar que se te dé bien y te salga de forma natural y, además, que te paguen por ello y puedas sostenerte económicamente con tu trabajo, es una experiencia que no tiene precio.
Yo mismo he vivido una gran reconversión profesional, pasando del mundo de la empresa, en el que estuve metido más de diez años entre carrera, máster, MBA y trabajos…al mundo de las terapias, la enseñanza y la espiritualidad.
Ese proceso puede hacerse duro, en ocasiones incluso muy cuesta arriba, por eso es importante contar con un buen acompañamiento y una brújula que funcione bien, para encontrar el mejor camino para ti para encontrar tu vocación y poder vivir de ella.
Por eso, hoy te comparto los cinco pasos que a mí me sirvieron para poder encontrar mi vocación y empezar a dedicarme a ella. ¿Te interesa? Sigue leyendo.
Si habláramos solamente en términos cuantitativos de tiempo, cada día pasas unas 8 horas trabajando, es decir, 1/3 de las 24 horas disponibles en tu día.
El 33,33% es mucho tiempo así que, solo por ese motivo, ya es importante para ti encontrar tu vocación y dedicarte a ella.
Pero si estás aquí leyendo esto es porque para ti es aún más importante la calidad que la cantidad, porque estás buscando un camino de vida más trascendental, que te haga conectar con un propósito importante, tu propio propósito vital.
Ya te habrás dado cuenta que, cuando estás haciendo algo que te divierte, el tiempo pasa volando y cuando vuelves a mirar el reloj ya casi ha llegado la hora de terminar; pero cuando estás realizando alguna tarea tediosa y con la que no sientes conexión, parece que el reloj se para, como si fuera una lenta tortura que se dilata ad eternum.
Por eso, trabajar en algo que no es tu vocación, se termina convirtiendo en una auténtica tortura para ti. Las 8 horas se hacen eternas, sintiendo malestar todo el rato, discutiendo con jefes y compañeros, mirando el reloj para que llegue la hora de «fichar» e irte, distrayéndote todo el rato para poner tu mente muy lejos de allí…
Además, ese sentimiento de no pertenencia a ese lugar, ese sentimiento de vacío que te reconcome por dentro, parece que te sigue acompañando incluso después de salir del trabajo, aunque trates de anestesiarlo con parches como el deporte practicado sin conciencia, Netflix sin mesura, comida basura, fiesta sin control, viajes para huir de tu realidad…
Pero cuando te conectas con tu verdadera vocación, con lo que has venido a hacer a este mundo, comienzas a sentirte conectado, a ti mismo/a y a la vida. Sientes una felicidad que sabes que no es pasajera y que no depende de circunstancias ajenas como si ha ganado o perdido tu equipo de fútbol o si han cancelado tu serie favorita, porque es un sentimiento de felicidad mucho más profundo que todo eso.
Porque tú también has venido al mundo para algo más que para pasar el rato e irte sin dejar huella, porque has venido para hacer algo grandioso y que deje un legado con mucho corazón en esta humanidad.
Solo tienes que conectar con ello y empezar a creértelo.
Y si quieres descubrir cuáles son esos cinco pasos y empezar a vivir de tu vocación…
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Cinco pasos para encontrar tu verdadera vocación (artículo completo).
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¡Empieza a disfrutar de cada día de tu vida dedicándote a lo que te hace feliz, para lo que has venido y que te van a pagar por ello!
