¡Hola, aventurera/o! Bienvenida y bienvenido al curso de Morfopsicología aplicada a la vida diaria. Un curso de Morfopsicología para personas como tú, para personas que no se quieren convertir en profesionales de esta disciplina, bien porque ya tienen su profesión y solo lo hacen por hobby o por cualquier otro motivo, pero que sí quieren poder disfrutar de las innumerables ventajas y aprendizajes que nos ofrece esta bonita herramienta. 

Porque, como descubrirás a lo largo del curso, esta herramienta debería poder disfrutarla todo el mundo. ¿Sería justo que solamente los científicos disfrutaran de las vacunas? ¿O los ingenieros de los puentes, aviones y edificios? La Morfopsicología, y cualquier disciplina que se dedique al ámbito humano, debería poder ser accesible para todo el mundo, así que esa es la misión principal de este curso.

Por cierto, en todas las lecciones encontrarás vídeos como el que aparece justo aquí arriba. Deberás de hacer click en la imagen para que te lleve al vídeo 🙂

¿Y tal vez te preguntes cómo llegué yo a esta disciplina? 

Yo conocí la Morfopsicología junto con el Eneagrama en otoño del año 2016 y, desde entonces, no ha habido un solo día que no la haya tenido en mi mente y utilizado, de una forma u otra, para entender el funcionamiento de la psicología de las personas que me rodean. Ojalá este curso sea el inicio de una bonita relación entre la Morfopsicología y tú.

El viaje del autoconocimiento es el más importante y bonito de nuestras vidas. El destino es el interior de tu propio ser y realmente nunca llegas al destino final. Se trata de ir dando pasito a pasito (suave, suavecito) y disfrutando cada uno de ellos. Atrévete (Atrévete-te-te, salte del closet – y con esto termino mis referencias musicales) a sumergirte en las profundidades de tu ser y a navegar por las aguas más profundas de tu subconsciente. Vas  a ir quitando capas y capas de personalidad y, cuando llegues a un sitio donde ya no haya nada más, donde solo haya paz y “estar”, justamente ahí es. No te desanimes si te cuesta encontrar esos momentos, los budistas meditan durante días y días seguidos para alcanzar un solo segundo de esa paz interior que tanto anhelamos. 

Las herramientas en las que te puedes apoyar para recorrer este camino son solamente de tu elección. Yo me inicié con la Morfopsicología y el Eneagrama, disciplinas que me parecen mágicamente complementarias para poder entender los patrones inconscientes que nos poseen, y más tarde con la Astrología y la psicología desarrollada por Carl Jung y Gurdjieff. Yo te animo a que pruebes diferentes métodos hasta que consigas dar con el que más conecta con tu interior. Otra magia con la que también conecto muchísimo es con la de Un Curso de Milagros.

No obstante, es importante recalcar en este punto, que lo importante no es la disciplina en sí, sino la persona a través de la cual la aprendas. Como todos, yo he tenido profesores muy buenos y también profesores que no lo han sido tanto. En el mundo de las terapias pasa exactamente lo mismo. Por mi propio camino, me he visto seducido por coaches y formadores con imágenes resplandecientes y llamativas, cayendo en la trampa que yo mismo durante un tiempo vendí. 

En el auge de los tiempos de la falsa imagen, la venta a toda costa y el “trabaja lo mínimo y gana lo máximo”, yo abogo por justamente lo contrario: 

1. Lo más bonito (y también lo más “feo”) suele estar oculto.
2. Por mucho que te esfuerces, si el karma no lo tiene preparado para ti, no te llegará.
3. Trabaja lo máximo para poder aportar al prójimo lo mejor de ti. 

En el mundo de la formación, las terapias y el coaching, he reflexionado un detalle; curiosamente los días tienen 24 horas para todo el mundo y el tiempo que dedicas a la promoción, no lo dedicas a tu propia formación e investigación. Yo procuro dedicar casi todo mi tiempo a lo 2º para poder ofrecer lo máximo de valor añadido a los demás. Aunque la cantidad de contenido siempre vaya a ser mucho menor, es mejor un buen plato de comida sana, bien cocinada y con todos los nutrientes que necesita tu cuerpo, a 10 hamburguesas del McDonalds (tal vez a nivel de alegría momentánea para el ego no sea así, pero para tu “ser” en esencia sí lo es). 

Entonces, tras varios años de estudio y diez meses de incesante trabajo (bonita coincidencia, porque he tratado a este curso como si fuera mi bebé posmaduro), día tras día, absolutamente todos los días (unos más, otros menos), tengo el honor de poder ofrecer este curso de Morfopsicología aplicada a la vida diaria. 

¿Por qué este enfoque?

Porque la Morfopsicología es una herramienta realmente compleja en la que hay que observar 1.001 detalles y luego ser capaz de sintetizarlos de la forma correcta. Por lo tanto, para poder aprenderla en profundidad, hace falta realizar labores de estudio e investigación de cientos de horas. Es imposible ser experto con cursos de 40 horas (como he visto que hacen otros “morfopsicólogos”), pero sin embargo sí que es posible comenzar a disfrutar de algunas de las ventajas que ofrece esta herramienta si se adopta el enfoque correcto y se expone la información bien sintetizada, ordenada y relacionada. Conociendo algunos temas a grosso modo y aplicando determinados conocimientos básicos, somos capaces de empezar a comprender los patrones que día a día nos condenan. 

Quién sabe si la Morfopsicología ha venido a tu vida para quedarse muy cerquita de ti siempre, o si solamente te acompañará de forma espontánea, lo que sí está claro es que esta disciplina no te dejará indiferente. 

«Yo enseño a las personas Morfopsicologia para que vayan aprendiendo por sí mismas y no necesiten confiar y entregarse a manos de gente famosa o con una parafernalia de marketing pensada solo para ganar dinero y hacerse famosa»

«Para ayudarse a sí misma a interpretar su rostro y no caigan en malas manos que les realicen fatídicos diagnósticos»

«Mi misión es democratizar el conocimiento, el autoconocimiento, para crear una humanidad verdaderamente libre y consciente de sí misma»

Así que, espero que con el corazón lleno de ilusión y la mente abierta para aprender, aaaaarrancamos!