El carrito está vacío Antes de amarte has de conocerte
Si habláramos solamente en términos cuantitativos de tiempo, cada día pasas unas 8 horas trabajando, es decir, 1/3 de las 24 horas disponibles en tu día.
El 33,33% es mucho tiempo así que, solo por ese motivo, ya es importante para ti encontrar tu vocación y dedicarte a ella.
Pero si estás aquí leyendo esto es porque para ti es aún más importante la calidad que la cantidad, porque estás buscando un camino de vida más trascendental, que te haga conectar con un propósito importante, tu propio propósito vital.
Ya te habrás dado cuenta que, cuando estás haciendo algo que te divierte, el tiempo pasa volando y cuando vuelves a mirar el reloj ya casi ha llegado la hora de terminar; pero cuando estás realizando alguna tarea tediosa y con la que no sientes conexión, parece que el reloj se para, como si fuera una lenta tortura que se dilata ad eternum.
Por eso, trabajar en algo que no es tu vocación, se termina convirtiendo en una auténtica tortura para ti. Las 8 horas se hacen eternas, sintiendo malestar todo el rato, discutiendo con jefes y compañeros, mirando el reloj para que llegue la hora de «fichar» e irte, distrayéndote todo el rato para poner tu mente muy lejos de allí…
Además, ese sentimiento de no pertenencia a ese lugar, ese sentimiento de vacío que te reconcome por dentro, parece que te sigue acompañando incluso después de salir del trabajo, aunque trates de anestesiarlo con parches como el deporte practicado sin conciencia, Netflix sin mesura, comida basura, fiesta sin control, viajes para huir de tu realidad…
Pero cuando te conectas con tu verdadera vocación, con lo que has venido a hacer a este mundo, comienzas a sentirte conectado, a ti mismo/a y a la vida. Sientes una felicidad que sabes que no es pasajera y que no depende de circunstancias ajenas como si ha ganado o perdido tu equipo de fútbol o si han cancelado tu serie favorita, porque es un sentimiento de felicidad mucho más profundo que todo eso.
Porque tú también has venido al mundo para algo más que para pasar el rato e irte sin dejar huella, porque has venido para hacer algo grandioso y que deje un legado con mucho corazón en esta humanidad.
Solo tienes que conectar con ello y empezar a creértelo.
Antes que nada quiero invitarte a que no des por sentado absolutamente nada de lo que yo te cuente, pues eso te haría esclavo de mis palabras y mi objetivo es que tú seas más libre después de leer este artículo, por eso, quiero invitarte a que compruebes por ti mismo/a cada una de las cosas que aquí expongo; solamente así transformarás el conocimiento en verdadera sabiduría.
Hay personas que recorren el camino de una vida entera sin descubrir cuál era su verdadera vocación, así que pasan como almas en pena por esta encarnación, y es una verdadera lástima, el pensar que en todos los años de existencia no haya podido conectar con ese sentimiento de plenitud a nivel laboral.
Puede que te encuentres sin rumbo ahora mismo, o incluso estés en un trabajo pero que te genere muchas dudas y lo estés pasando mal, pero no te agobies, porque para cada problema en la vida siempre hay, al menos, dos soluciones.
El primer paso para poder salir de la situación en la que estás, que te está generando malestar, es darte cuenta, algo que ya has hecho si estás leyendo este artículo.
El segundo es tener la voluntad de hacer algo para cambiarlo, algo que también estás comenzando a hacer ahora.
Así que, vamos a utilizarlo a tu favor y vamos a empezar a dar los cuatro pasos que te llevarán a encontrar tu verdadera vocación:
- Leer tu Carta Natal: para conocer tu mapa vital, tu estructura energética interna y tus mayores motivaciones).
- Comprender la herida de tu eneatipo: de forma inconsciente vivimos tratando de tapar el dolor producido por la herida de nuestro eneatipo, lo que nos marca el camino vital.
- Analizar tu Morfopsicología: para detectar tu marcación genética y sus efectos en tu camino vital.
- Realizar tu IKIGAI: tras realizar los dos primeros pasos de autoconocimiento, contarás información auténtica y real para determinar tu IKIGAI, que es una herramienta muy útil para descubrir tu vocación.
Lo terrestre es un reflejo de lo celeste, es decir, lo que sucede arriba a nivel planetario, tiene un efecto a nivel terrestre con influencias en lo psicológico de las personas,y la Astrología es la disciplina que conecta el plano astral con el plano terrenal.
La Astrología es una disciplina milenaria; incluso los Reyes Magos eran astrólogos.
¿Y cómo le es útil la Astrología al ser humano?
Pues vamos a explicarlo con una metáfora: durante la gestación de cada ser humano se desarrolla la semilla de un determinado árbol frutal en su interior. La imagen celeste del nacimiento nos da a entender el tipo de «semilla” que somos y, por tanto, cuál será nuestro proyecto de vida a desarrollar.
Si, por ejemplo, tu semilla es la de un naranjo, pues tu proyecto consistirá en crecer como un naranjo y dar naranjas.
Muchos problemas vienen en la vida por desconocer tu propia semilla y, en base a herencias de la familia, la sociedad, la religión…te plantas en un sitio que no te corresponde y tratas de desarrollarte como una semilla que no eres, como el niño artista que las herencias le llevaron a ser médico o abogado y jamás en toda su vida fue feliz. O el caso de la persona que tuvo que vivir una vida monogámica desde la prisión de la religión y la sociedad, cuando en su esencia estaba el vivir las relaciones íntimas de una forma libre y poligámica, y vivió una vida siempre triste.
La Astrología, por tanto, nos dice cuál es tu camino vital, cuál es tu semilla y a qué has venido a esta vida.
Comprender tu Carta Natal requiere de un proceso serio y riguroso, pero mientras te decides a realizarte una lectura de tu Carta Natal, te voy a dejar una pequeña guía en relación a la predominancia de elementos en tu carta.
Para poder conocer tu carta natal y sus elementos, que es lo que vamos a ver a continuación, te adjunto un link donde, introduciendo tus datos de nacimiento, te saldrá todo muy bien indicado:
- Fuego: Activo, dinámico, espontáneo, iniciador, autoexpresivo, intuitivo…por tanto, si tienes predominancia del elemento fuego en tu Carta Natal, tu energía interna irá más enfocada a la acción, la expresividad y el ir hacia fuera y hacia delante, y esas características debería reunir tu vocación.
- Tierra: Segura, estable, concreta, permanente, material, práctica…por tanto, si tienes predominancia del elemento tierra en tu Carta Natal, tu energía interna irá más enfocada a ir despacito y con buena letra, crear una estructura sólida y construir algo duradero y estable, por tanto esas características debería reunir el trabajo que escojas.
- Aire: Comunicación, relación, intercambio, ideas, pensamientos, mente…por tanto, si tienes predominancia del elemento aire en tu Carta Natal, tu energía interna irá más enfocada a la comunicación, el intercambio de ideas, la asociación de pensamientos y/o la relación entre personas y, del mismo modo, ese enfoque debería tener tu vocación.
- Agua: Intuitiva, instintiva, receptiva, emocional, sentimental, psíquica…Por tanto, si tienes predominancia del elemento agua en tu Carta Natal, tu energía interna irá más enfocada a la unión emocional, el cuidado, lo psíquico y psicológico, lo humano…así que no te olvides de incluir esos factores en tu profesión.
Por supuesto, esto es solo un primer nivel de aproximación y dentro de tu Carta Natal, al igual que dentro de ti, existen un millón de matices e interrelaciones que se deberían observar con mayor profundidad, como analizar cada planeta, cada signo, cada casa, cada relación entre los planetas y también los tránsitos planetarios, por ello te invito a realizarte una lectura completa de tu Carta Natal.
Cuando somos pequeñitos, venimos indefensos al mundo y necesitamos protección. Nuestros padres nos ofrecen protección externa (alimentos, cobijo, etc) pero las situaciones, al fin y al cabo, son vividas por nosotros mismos, por lo que en los primeros momentos de vida, cuando aún estamos indefensos ante el mundo, al interactuar con él se produce una herida que nos hará crearnos una máscara para así protegernos ante los peligros del mundo.
Cuando nos encontramos en una situación, la máscara la interpretará subjetivamente a nuestra manera. Tras interpretarla, se activa un mecanismo interno de “defensa” o reacción ante ésta. En cada proceso se va formando nuestro ego, la máscara que desde pequeños nos ayuda a sobrevivir a lo que vivimos. El ego no es malo, el ego es el que nos ha ido salvando el culo desde pequeñitos. Entonces, digamos que cuando el ego empezó a formarse, le dieron a escoger entre 9 gafas para entender la realidad. Pues bien, cada gafa es una de esas nueve puntas del Eneagrama. Es lo que conocemos como los nueve eneatipos.
El Eneagrama nos ayuda a entender los 9 diferentes tipos de pautas que puede escoger tu ego para “sobrevivir” a las situaciones que le ha planteado la vida desde pequeño.
El Eneagrama, por tanto, nos dice cómo vas a recorrer tu camino vital, visto desde tus patrones cognitivos y mentales.
En relación a la profesión, es muy común que la persona busque trabajos enfocados en aliviar el dolor producido por la herida asociada a su eneatipo, por lo que en realidad escoge su profesión desde el miedo y el dolor, en lugar de hacerlo desde la conciencia y la abundancia.
Por tanto, es vital que conozcas tu eneatipo así que voy a dejarte un test gratuito que yo mismo he diseñado para que, en unos 15 minutos, conozcas el tuyo y puedas seguir avanzando al siguiente paso.
Porque para poder ser campeón del mundo en halterofilia, en 100 metros lisos o en maratón, también de ajedrez o Premio Nobel de Física, aparte por supuesto del trabajo y la dedicación que debes dedicarle cada día, también has de tener una estructura genética apropiada para ello. Existe una parte de esfuerzo y existe una parte de genética que «se tiene o no se tiene«.
Si bien siempre eres libre de escoger el camino que quieras, eso no altera tus valores genéticos; un potencial campeón del mundo de natación puede ser pastelero simplemente porque debido a sus circunstancias vitales nunca se ha metido a nadar en una piscina, y eso no le quita su potencial genético para ser campeón del mundo de natación, a su vez que tampoco le obliga a dedicarse a ello.
Es decir, que la genética marca pero no determina, y esto es muy importante que quede claro.
Que tengas una genética determinada no te obliga a recorrer un tipo de camino, pero sí te va a dar ciertas facilidades para unas cosas y dificultades para otras.
Pero sí que juega muy a tu favor el que seas consciente, a la hora de escoger tu profesión, de qué cualidades te aporta tu genética, y eso lo vas a conocer gracias a la Morfopsicología de tu rostro.
- Eneatipo 1: la herida del eneatipo 1 nace de la no aceptación de sí mismo. Se percibe como alguien imperfecto y crea un ideal sobre cómo «debería ser». Al no poder cumplir su propia expectativa de perfección, pues por ser una idea utópica es imposible de cumplir, se critica, se juzga y se exige, tanto a sí mismo como a los demás.
Por tanto, el eneatipo 1 debe huir de buscar trabajos en los que el criticar, el juzgar y el perfeccionismo sean una pieza central (juez, abogado, coach…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de la imperfección y sí desde el sentimiento de sentirse ya perfecto solo por «ser». - Eneatipo 2: el eneatipo 2 no se siente merecedor de ser amado y cree que tampoco es correcto amarse a sí mismo, por eso, su herida le impulsa a depender de la aceptación y las muestras de amor de los demás, y lo hace buscando constantemente complacer y agradar a las personas que considere mejores para ofrecerle esa validación. Por tanto, el eneatipo 2 debe huir de buscar trabajos en los que ser servicial y ayudar al otro sean la esencia (trabajador social, ONG…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de la carencia de amor y sí desde la abundancia de sentirse merecedor de amor.
- Eneatipo 3: el eneatipo 3 busca fervientemente el aplauso, ya que su herida radica en no sentirse valioso por lo que verdaderamente es y se empeña en «hacer» en lugar de simplemente «ser». Esto le provoca una autoestima baja, que depende de la valoración exterior, lo que le lleva a convertirse en workholic (adicto al trabajo), para ser reconocido y a crear máscaras para impresionar a los demás.
Por tanto, el eneatipo 3 debe huir de buscar trabajos en los que el sobresalir por encima de los demás y el alcanzar cada vez cimas más altas sea vital (comercial, directivo, trabajos de competición…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de la persecución del brillo propio y sí desde la colaboración y la búsqueda del bien común. - Eneatipo 4: la herida del eneatipo 4 es sentirse poco especial e inferior a los demás, así que se mete en espirales de compararse con los demás (y saliendo perdiendo siempre, obviamente) para justificar el disfraz de víctima. Con este disfraz también busca ser reconocido, y para ello tiñe el disfraz de tintes especiales, trasgresores, diferentes a los demás. Se siente incomprendido y profundo en sus emociones.
Por tanto, el eneatipo 4 debe huir de buscar trabajos en los que sentirse único y diferente o profundizar en interminables océanos de triste emociones sean una pieza central (poeta, pintor, actor…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de buscar que le reconozcan por ser profundo y especial y sí desde el sentirse a gusto con sentirse afortunado y ser uno más. - Eneatipo 5: la herida del eneatipo 5 nace de creer que no es correcto sentirse a gusto, pues el mundo puede herirlo, así que se refugia en la soledad y el conocimiento porque teme ser lastimado. Evita expresar sus sentimientos y pasar sus pensamientos a la acción, pues tanto las emociones como las acciones son arriesgadas, mientras que los pensamientos son «seguros» y le permiten distanciarse de los demás.
Por tanto, el eneatipo 5 debe huir de buscar trabajos en los que el conocimiento y la distancia social sean la esencia (científico, informático, trabajos solitarios…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de la protección emocional y sí desde la generosidad y la confianza en las personas. - Eneatipo 6: la herida del eneatipo 6 nace de no confía en sí mismo. Siente que tiene la brújula interior escacharrada, por ello duda y, consecuentemente, teme tomar decisiones. Debido a su inseguridad, se plantea constantemente escenarios catastróficos y delega en los demás la toma de decisiones.
Por tanto, el eneatipo 6 debe huir de buscar trabajos en los que la seguridad sea el eje central (funcionario del Estado, prevención de riesgos…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de la búsqueda de seguridad y sí desde la confianza propia y el aportar esa seguridad al mundo. - Eneatipo 7: la herida del eneatipo 7 surge del terror al sufrimiento, el vacío y la insatisfacción. Por ello, se evade a sí mismo con su sentido del humor y la realización continua de diferentes actividades para mantenerse siempre ocupado con experiencias divertidas.
Por tanto, el eneatipo 7 debe huir de buscar trabajos en los que la superficialidad, la búsqueda de estímulos y la risa fácil sean la esencia (animador, eventos, humorista, nómada…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de la huída de la tristeza y sí desde el contacto profundo con su mundo emocional. - Eneatipo 8: la herida del eneatipo 8 es sentirse débil y vulnerable, por lo que su estrategia se basa en tener todo (personas, situaciones…) bajo control, así que se crea una máscara que vive a la defensiva y se protege con corazas para evitar que nadie llegue a su parte tierna y blandita.
Por tanto, el eneatipo 8 debe huir de buscar trabajos en los que tener el control y ejercer poder sobre los demás sea vital (directivo, capitán, jefe, empresario…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de la vulnerabilidad y sí desde el ser capaz de soltar el control y compartir su parte tierna con los demás. - Eneatipo 9: la herida del eneatipo 9 reside en el sentimiento de infravalorarse, creyendo que no es importante para el mundo. Por ello, apaga su brillo interior, se anula, busca pasar desapercibido y evita siempre el conflicto.
Por tanto, el eneatipo 9 debe huir de buscar trabajos en los que estar a la sombra de alguien o evitar el conflicto sean una pieza central (mediador, puestos de subalterno, back office…) o, si lo hace, poner mucha conciencia para no hacerlo desde la herida de sentirse sin brillo y sí desde la auto valoración, la asunción del mando y el afrontar los conflictos.
davidricainspiratuesencia
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